Nivel Inicial

 

La Educación Inicial es un espacio de subjetivación y de responsabilidad social, es un tiempo y un espacio que recibe y abraza a los niños y niñas, como un primer encuentro con la organización escolar del Sistema Educativo.
En la Provincia de Santa Fe, la Educación Inicial, está organizada en dos ciclos, el primero incluye los tres primeros años y el segundo ciclo está formado por las secciones de cuatro y cinco años, siendo ambas obligatorias.

PROYECTO PEDAGÓGICO DE FORMACIÓN INTEGRAL EN CLAVE PASTORAL
Nuestro Proyecto Pedagógico de formación integral en clave pastoral tiene su centralidad en el niño/a.
El Nivel Inicial inaugura el ingreso al Sistema Educativo formal de los niños/as junto a sus familias. La Comunidad Menesiana abre sus puestas para recibirlos y acompañarlos durante su Trayectoria Escolar en una MISIÓN compartida que se fundamenta en la educación cristiana.
“Nuestras escuelas han sido fundadas para dar a conocer y amar a Jesucristo” Juan María de La Mennais.

 

La Educación Inicial, constituye el primer ambiente de socialización con el que se encuentra el niño/a además del núcleo familiar. Hacemos referencia a una construcción basada en la interacción con otros, en donde se incluyen a todos los que conforman la Comunidad Educativa, en donde ese “otro” es reconocido como hermano, porque somos hijos de Dios nuestro Padre, poniendo en valor los vínculos de afecto, respeto y confianza, lazos fraternales que son notas de identidad menesiana.
Es una experiencia irrepetible en la historia personal y decisiva respecto del logro de futuros aprendizajes que presenta clara intencionalidad pedagógica, brindando una formación integral e inclusiva que promueve la formación, a través del desarrollo de todos sus lenguajes: expresivos, corporales, comunicativos, simbólicos, lúdicos, cognitivos, éticos, afectivos, metafóricos, lógicos, imaginativos, relacionales. Con un gran respeto por la singularidad e irrepetibilidad de quien aprende…

En esta etapa el niño/a se caracteriza por ser potente, energético y con capacidades de autoconstrucción mientras transforma el mundo, con la fuerza de quien crece y desea crecer, con la riqueza de la curiosidad, del asombro que lo lleva a preguntarse el por qué de cada cosa, en la plenitud de sus sentidos, original, creativo, con el deseo de aprender y de vivir. Un niño/a portador de valores, constructor de solidaridad, disponible a lo nuevo y lo distinto. Cobra relevancia el descubrimiento de su propio mundo y el que lo rodea, la maravilla y la capacidad de asombro y su constante búsqueda de respuestas.
“…es bueno saber leer, escribir y contar; pero esto no basta, porque si es bueno instruir a los niños, es necesario también educarles, y si es bueno desarrollar su espíritu, es necesario también formar su corazón, y si es bueno iniciarles en el mecanismo de la lectura y la escritura y el cálculo, es mejor aún inspirarles el gusto por la virtud y la verdad”. Juan María de La Mennais.

En la infancia la manera propicia y natural de vincularse, es a través del juego. Habilitar momentos y espacios que propicien lo lúdico favorece la imaginación y la creatividad, permiten resolver conflictos productivamente, demostrar sus emociones, ser tolerantes, pacientes, crecer en su dimensión espiritual y trabajar colaborativamente como aspectos fundamentales, es lo que vehiculiza las estrategias para el desarrollo de habilidades, un instrumento básico para desarrollar los procesos de socialización.

Cada niño/a es un sujeto de derechos, únicos, ávidos de adaptarse activamente a la cultura social y para ello necesitan de la enseñanza que implica la mediación de otros (el maestro, el adulto referente, un par) que le “lea el alfabeto cultural”, que le da significados culturales a los objetos, que le muestra sus usos, que enseña las herramientas de la cultura, que lo adentra en el legado social. Es importante destacar que no hay un YO sin vínculo, , no hay salud sin vínculo, no hay aprendizaje sin vínculo.

“…Transformar la diversidad en una ventaja pedagógica”, como propone Emilia Ferreiro, para permitir que las voces que resuenen en la escuela y en los textos curriculares resulten de una mirada que integre valorativamente los aportes comunitarios y se entrecrucen en una “melodía polifónica”.

El respeto por las capacidades individuales contempla el desarrollo integral, el incentivo y valoración de las múltiples formas de inteligencia.
Para potenciar estas capacidades y descubrir en ese proceso la dimensión trascendente, generamos un ambiente evangelizador siendo Jesús guía y modelo, en todas las dimensiones del saber.
Esto se realiza a través de una propuesta pedagógica que incluye: Lenguajes y expresión. Matemática, Autonomía y cuidados. Exploración del ambiente natural, social y tecnológico. Juego y movimiento. Educación Física. Educación artística: Música, Inglés. Informática, Catequesis.
Nuestra propuesta cuenta con el soporte de una estructura edilicia funcional, confortable y estética acorde a las necesidades de las nuevas infancias del siglo XXI.

«¿Qué es, en efecto , el niño? Una Tierra virgen, pero que espera el cultivo y donde no recogeréis más que lo que hayáis sembrado» Juan María de La Mennais.